Evelyn Hernández, que marcó una nueva victoria para los derechos de las mujeres en América Latina, y que había sido condenada hace tres años por asesinato agravado después de dar a luz a un niño muerto fue absuelta en un nuevo juicio.
La mujer y su caso se ha convertido en la última abanderada de las docenas de acusadas de homicidio después de haber sufrido abortos involuntarios en este país donde el aborto está prohibido en todas sus formas.
Sus abogados dijeron que para el nuevo juicio, centraron su estrategia en la presencia de meconio en los pulmones del bebé como evidencia de que murió de asfixia pero no a culpa de la acusada.
La audiencia final comenzó el jueves, pero el veredicto fue pospuesto dos veces. Esta vez, la fiscalía había pedido una sentencia más fuerte: 40 años, 10 años más que la sentencia original.
La absolución de Hernández se produce inmediatamente después de la decisión de la Corte Suprema de conmutar las penas de 30 años de tres mujeres encarceladas por condenas por aborto.
De acuerdo a algunas fuentes del proceso, la mujer habría sido Violada por un pandillero cuando aún era una adolescente, Hernández quedó embarazada pero afirma que nunca se dio cuenta hasta 8 meses después, y cuando dio a luz a un bebé en una letrina en su hogar en la zona rural de El Salvador. Hernández se desmayó y despertó en la sala de emergencias, donde fue detenida por la policía acusada de la muerte del bebé.
Hernández estuvo casi tres años en la cárcel antes de que su sentencia fuera anulada en febrero luego de una apelación de sus abogados. Los fiscales pidieron un nuevo juicio, subrayando la persecución de las mujeres sospechosas de inducir al aborto.
Ahora Evelyn de 21 años, busca rehacer su vida y callar las voces de aquellos que sin saber, la señalaron. Ese precisamente es el otro muro que debe saltar, la estigmatización por lo que le pasó.